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DGA ante nueva falta de acuerdo de Juntas de Vigilancia continuará ordenando la redistribución de las aguas del río Aconcagua

La Dirección General de Aguas, argumenta su decisión luego que los representantes de las Juntas de Vigilancia de la 1ª, 2ª y 3ª secciones participaron en una reunión en la oficina central del organismo en Santiago y establecieron un acuerdo que sería refrendado por los integrantes de los respectivos directorios; sin embargo, esto no ocurrió.

El pasado lunes 19 de diciembre, los presidentes y gerentes de las Juntas de Vigilancia de la 1ª, 2ª y 3ª secciones del río Aconcagua fueron convocadas por el director general de Aguas del MOP, Rodrigo Sanhueza, con el fin de que ellos mismos propusieran y llegaran a un nuevo acuerdo de redistribución de las aguas. Propuesta que se firmó con el compromiso de ser ratificado por cada uno de los directorios; no obstante, éste no fue aprobado.

De esta manera  el Director Regional de la DGA Camilo Mansilla señalo “La Dirección General de Aguas convocó a esta reunión para promover un acuerdo que beneficie a todas las secciones dada la baja disponibilidad de aguas superficiales y subterráneas producto de las severas sequias que azotan toda la región, sin embargo los directorios de las juntas de vigilancia de la primera, segunda y tercera sección no ratificaron el acuerdo alcanzado el día lunes por lo que según el artículo 314 del código de aguas y ante la falta de dicho acuerdo de la juntas de vigilancias la DGA deberá continuar ordenando las medidas para la redistribución de las aguas pasado tanto en la disponibilidad de los derechos de aprovechamiento constituidos en la cuenca”.

En la oportunidad, puesto que dichas organizaciones sostenían la necesidad de incorporar las aguas subterráneas como una variable en la redistribución, el director general de Aguas expuso que los derechos de aprovechamiento de aguas subterráneos constituidos en la 1ª y 2ª sección son de aproximadamente 11 metros cúbicos por segundo para cada una de las secciones y para la 3ª sección, de 13 metros cúbicos por segundo, por lo que la redistribución dictaminada actualmente nos sufriría mayores cambios en la proporcionalidad. Agregó que el porcentaje de cumplimiento con el monitoreo de extracciones efectivas, que obliga a los usuarios miembros de las Juntas de Vigilancia a informar sobre el volumen de agua que extraen normalmente, es significativamente bajo, por lo que se intensificará su fiscalización.

Es así que luego de un largo debate en que cada una de las partes sinceró sus posiciones, se llegó a un acuerdo con turnos semanales para la 1ª y 2ª secciones de 126 horas y la 3ª sección de 42 horas. En el detalle, con una distribución interna de 60% para la 1ª sección y 40% para la 2ª sección de la disponibilidad total de la cuenca durante las 126 horas. A lo que se suma que la 2ª sección debe entregar permanentemente 0,6 metros cúbicos por segundo en estación Romeral para la planta de tratamiento de agua potable en Concón y con el mismo fin, la 3ª sección debe mantener el mismo caudal en estación Puente Ferroviario.

Ahora bien, en el acuerdo se dispuso que durante las 42 horas la 2ª sección podrá captar el 15% de los registrado en estación San Felipe y la 3ª sección podrá captar todo el caudal disponible en estación Romeral, salvo los 0,6 metros cúbicos por segundo necesarios para la Planta de Agua potable Concón

En este sentido, los tres presidentes de las Juntas de Vigilancia quedaron en someter el acuerdo a ratificación de sus respectivos directorios, los que finalmente lo desestimaron.

Argumentos

La Junta de Vigilancia de la 1ª sección, cuyo presidente es Javier Crassemann, en su carta remitida a la DGA, sostuvo que “lo que plantea como propuesta la 2ª sección, si bien flexibiliza la fórmula -que hemos impugnado por sus errores de base- no podemos aceptarla como alternativa, debido a que sigue afectando de forma desproporcionada a nuestra sección sobre las demás”.

De este modo, su propuesta considera “un turno de 36 horas los fines de semana de la 1ª y 2ª secciones, disponer un caudal en la estación fluviométrica de la DGA Aconcagua en San Felipe  de un 1 metro cúbico por segundo –habiendo un caudal mínimo en Chacabuquito-  para aportar a la continuidad de la corriente y a su vez contribuir a resolver el problema de disponibilidad que sufren los canales de Catemu, y que la Dirección de Obras Hidráulica opere los pozos para complementar las necesidades de Catemu y para compensar el aporte de la 1ª sección cuando sea necesario en periodos de mayor escasez”.

A su vez, la 2ª sección presidida por Mirko Yakasovic, estimó que no es posible aceptar la distribución de caudales planteadas porque “el directorio de esta Junta de Vigilancia no tiene las atribuciones legales para modificar voluntariamente los caudales de distribución a que tienen derecho sus regantes”.  Por lo que argumentaron que “una decisión de esta naturaleza debe ser, necesariamente, plantea en Asamblea Extraordinaria de Accionistas y aprobada por los titulares de los derechos de aprovechamiento de aguas”.

Mientras que para la 3ª sección, cuyo directorio es liderado por Jorge Escobar, aún subsisten aspectos sin resolver, por lo que requieren que “la DGA clarifique por qué para determinar la proporción de horas de reparto de las aguas del río Aconcagua está considerando los derechos de agua constituidos en cauces laterales abastecidos por fuentes diversas a ese curso natural, como el estero Catemu e incluso algunas vertientes; y por qué está considerando esos derechos solo para la 2° sección y no para las demás, además de otras observaciones.”

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