En medio de la molestia de hinchas por localía en Quillota en el arranque del torneo de Transición, Unión San Felipe pone la “lapida” a su esperado regreso al Municipal y anuncia estudio de factibilidad para construcción de un estadio propio en su complejo deportivo en el sector de Parrasía. (Foto: Eduardo Olivares Gerente de Unión San Felipe)
Todo indica que Unión San Felipe no tiene ninguna intención de volver jugar de local en el Estadio Municipal, recinto que fue catalogado como un “potrero” por Raúl Delgado, Presidente de la Sociedad Anónima que administra al club albirrojo, al termino del torneo de Clausura 2016-2017.
Después de esas declaraciones lo concreto es que hasta el día de hoy no han existido acercamiento entre autoridad municipal y los dirigentes del Uní Uní.
Al contrario, Raúl Delgado, ya se ha reunido en dos ocasiones con el alcalde Raúl Zurita, con el objetivo de poder ocupar como local el nuevo estadio de Santa María, que debería estar terminado en septiembre.
A eso se suma la ratificación que en esta primera parte del torneo, posiblemente a contar del próximo partido hará de local en el estadio de Nogales.
En este ambiente este martes el Gerente de Unión San Felipe, Eduardo Olivares, confirmó que ellos no pretenden quedarse con las brazos cruzados para volver a jugar de local realmente en casa y anunció el inicio de un estudio de factibilidad para construir un estadio propio en terrenos de su complejo deportivo en la zona de Parraría; “y no queremos estar siempre deambulado por diversos estadios. Pero hoy lo concreto es que tenemos carencia de un recinto deportivo en San Felipe que resulte apto para la práctica del futbol profesional y la ausencia de las reparaciones impostergables que requiere el Estadio Municipal, nos obliga a jugar en otras localidades.”
Pensando en este drama, Unión San Felipe quiere construir un estadio propio con una capacidad para 1.500 personas en el mismo complejo deportivo que posee hoy la institución; “y por eso pedimos a una empresa constructora la elaboración de un anteproyecto que comprenda un estudio de cabida; esto es, estudiar lo máximo que se puede construir, dado lo ajustado que se encuentra una de las canchas a los límites del terreno.”
El dirigente precisó que están iniciando los estudios y estos dirán la factibilidad de la aspiración; “el terreno es reducido, las complejidades de conectividad y acceso son evidentes actualmente hasta donde esta nuestro complejo deportivo, y las normas sobre seguridad y dependencias anexas a un estadio pueden hacer inútil o inviable nuestro esfuerzo.”
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