Tras investigación ordenada por la Corte Suprema en abril del 2014 que estableció las responsabilidades en las muertes ocurridas en septiembre del 73 de los prisioneros políticos en la Cárcel de San Felipe, Rigoberto Achú Liendo y Absalón Wegnar Millar, fueron condenados cinco militares en retiro del ex Regimiento Yungay. (Foto: El 29 de diciembre el Ministro en Visita realizó la última diligencia en calle Molina antes de dictar sentencia)
La sentencia dada a conocer el pasado 22 de enero, precisa que después de las distintas diligencias efectuadas durante casi dos años, el Ministro en Visita Jaime Arancibia Pinto, logró establecer la responsabilidad de los procesados y condenó a dieciocho años con penas efectivas por homicidio calificado a Héctor Orozco Sepúlveda, Sergio Jara Arancibia y Pedro Lovera Betancourt y ocho años en calidad de cómplices para el doctor Raúl Navarro Quintana y Milton Núñez Hidalgo.
Al mismo tiempo debido a la extensión de las penas impuestas, la sentencia establece que todas estas penas deberán ser cumplidas de manera efectiva, donde además el Estado chileno debe indemnizar por daño moral a las familias de ambos prisioneros asesinados por efectivos militares mientras estaban detenidos en la cárcel de San Felipe.
Al conocerse la sentencia el concejal Ricardo Covarrubias, que siguió muy de cerca la investigación, destacó el resultado logrado; “porque pasaron más de cuarenta y dos años para que se hiciera justicia porque al final tanto Rigoberto Achú como Absalón Wegner, se presentaron mediante un bando militar de manera voluntaria pero sin embargo de estar desintegrados por la tortura fueron acribillados por una patrulla militar y lo negaron hasta el final a pesar de que las pruebas les incriminaron de manera permanente en sus declaraciones contradictorias.”
“Muchos quisieron echar al olvido estos crímenes para hacer el borrón y cuenta nueva, lo que considero inmoral porque en Chile existen interesados de querer no investigar estos crímenes, sabiéndose los daños que se ocasionaron a familias indefensas y en el caso del Regimiento Yungay en el Informe Rettig, queda muy mal parado puesto que esta unidad fue llevada a Santiago para que cumpliera funciones represivas en contra de las poblaciones populares,”- concluyó Ricardo Covarrubias.
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