La Dirección del Servicio de Salud, resaltó que gracias a la generosa decisión de la familia, un hombre de 57 años fallecido en el hospital San Camilo, se transformó en el primer donante de órganos efectivo del año en el valle de Aconcagua, acción que permitirá dar una nueva oportunidad a personas que se encuentran en lista de espera y requieren un trasplante de órganos o tejidos para continuar viviendo.
La donación de órganos es un acto voluntario, altruista y gratuito, que puede salvar muchas vidas y otorgar oportunidades de mejorar alguna de ellas.
La muerte cerebral del donante, fue certificada a las 13:30 horas del pasado viernes 11 de octubre y durante la jornada, su familia ratificó el deseo manifestado en vida por el paciente fallecido, al equipo de la Unidad de Donación y Procuramiento de órganos y tejidos del Hospital.
La referente de Donación y Procuramiento del Servicio de Salud Aconcagua, Valeria Cádiz, agradeció profundamente este gesto realizado por la familia en un momento en que sabemos es complejo y duro para sus seres queridos “El sábado pasado se llevó a cabo el primer donante efectivo, donde se pudieron extraer riñones e hígado lo cual va a contribuir a mejorar la vida de personas que se encuentran en listas de espera. Agradecemos profundamente a la familia que respetaron la decisión del donante y también a los equipos clínicos que participaron durante la mantención del paciente hasta la extracción de los órganos. Seguimos trabajando para fortalecer la donación de órganos en nuestra red.”
El Servicio de Salud Aconcagua, ha desarrollado diversas estrategias de sensibilización respecto a esta materia incentivando a la comunidad a conversar de este tema en familia y en sus círculos más cercanos para tomar conciencia de la importancia de la donación de órganos.
En nuestro país más de 2300 personas se encuentran en espera de algún órgano y el 85% de ellas corresponde a aquellos que esperan un riñón para poder mejorar su calidad de vida.
Es importante, recalcar que por ley, toda persona a partir de los 18 años es considerada como donante de sus órganos posterior al fallecimiento. La negativa a esto debe manifestarse a través de la inscripción en el registro nacional de no donante, y si bien la última decisión es de la familia, apelamos a este acto generoso de respetar la voluntad de quien sí desea donar.